La prevalencia de xerosis aumenta con la edad, pero también puede ser una manifestación de distintas enfermedades en la infancia y la juventud. Está condicionada por factores genéticos y también ambientales, como la xerosis invernal (relacionada con ambientes fríos y secos).

 

La xerosis viene acompañada frecuentemente de picor o prurito.

Para el correcto equilibrio hídrico de la piel es necesaria la aplicación de cremas hidratantes y emolientes que restablezcan el manto hidrolipídico de la piel.

 

Es imprescindible aplicar estos emolientes de forma constante y diaria y, si puede ser, mejor dos veces al día que una.

 

De igual manera, es importante interrumpir el ciclo prurito-rascado en aquellas personas con picor, por tal de evitar la continua lesión de la piel que produce el rascado.

 

 

• En el cuidado de la piel con xerosis es básico el uso de hidratantes emolientes de forma diaria.
• Evitar duchas muy frecuentes. Ducharse con agua tibia (no muy caliente) y con jabones no irritantes.
• Beber agua, tener una dieta variada y hacer ejercicio físico contribuyen a tener una piel más hidratada.
• También es importante evitar factores que envejezcan la piel, como son la exposición solar, el tabaco y el alcohol.
• En cualquier caso, no dude consultar con su médico para un correcto diagnóstico y tratamiento. a